Sonreír es ante todo una manifestación
de cordialidad y cortesía hacia los demás y sobre todo una actitud positiva
ante cualquier circunstancia de la vida.
Son numerosísimos los artículos en los
que se nos dan infinidad de consejos para sonreír siempre, cueste lo que
cueste. Y es que según estos, el hecho de realizar este gesto nos puede
producir bienestar, mejorar la percepción que tiene la gente de ti, aliviar el
estrés, evitar que se nos vea cansados o agobiados y hasta puede reducir el
riesgo de enfermedades.
Pero, ¿realmente tenemos que esforzarnos
por sonreír para tener una apariencia más saludable? Esta es una de las
preguntas que me he formulado estos días cuando debía encontrar una razón
por la que convencerte de por qué hay que sonreír sea como sea.
Sonreír, aparte de su significado
positivo en la comunicación no verbal, es ante todo un modo de ser correcto en
el trato. Cuando sonrío no atiendo a emoción alguna. Se aprende a sonreír
del mismo modo que se aprende a saludar y a mirar al que habla. No atiendo a
condición social, ni a la apariencia que presenta el otro, ni creencia, ni
opinión, de modo que considero a la otra persona con la dignidad que le
corresponde por serlo.
No es fácil. Esto requiere tener dominio
de sí mismo. El poeta Horacio lo decía: “nada impide decir la verdad sonriendo”.
Al plantearnos ser personas que aspiran
al sobresaliente, nuestra sonrisa, la que buscamos cada día y en cada
instante, tendría que ser una sonrisa auténtica. ¿Y esto cómo se hace? En
primer lugar, tiene que ver con ser auténticos. Y esta es, para mí, la
máxima.
Somos auténticos cuando cumplimos con
nuestras obligaciones –personales y sociales- cuando somos sinceros,
comprometidos, valientes, cuando somos capaces de manifestar nuestra opinión y
no nos escondemos.
Una persona auténtica tiene algo de
líder. Provoca cambios y se provoca a sí mismo. Es capaz de reinvenventarse,
se empeña en que los que están a su alrededor mejoren.
A ti, que no te conozco, te sonrío
porque creo en ti, a ti, que sí te conozco, te sonrío como si fuera la primera
vez. La sonrisa auténtica tiene significado de esperanza.
Sobremí
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