Por cosas de la vida mi hermanísimo me dejó su casa durante unos días. Es mi hermano mayor y lo compartimos todo la verdad. Así que me vine con una maleta escasa, o más bien con un bolso sin más. El primer día fue todo bien, correcto. Se me olvidó el cepillo de dientes pero Jose siempre tiene de todo doble y triple así que cogí uno nuevo. Luego me di cuenta que necesitaba un jersey y como tenemos la misma talla, solucionado. La nevera llena, el color de sábanas que me gusta, crin natural en la ducha... Sin embargo había algo que me faltaba y no lograba encontrar. Y era extraño pero confiaba en que Jose tendría ese algo que me faltaba en algún sitio. ¿Dónde puede estar? Me preguntaba mientras habría cajones.

Tras cuatro días sin ese algo, mientras hablábamos mis hermanos y yo por videoconferencia vi la luz. Sin previo aviso, lo vi sin más. ¡Vaya obviedad! ¿En qué mundo vivo para no haberme dado cuenta? Me reía tanto que al explicarle a mis hermanos llorábamos todos de risa. Y en ese mismo instante me convencí de lo fundamental que resulta tener la responsabilidad de tu propia vida.

Aventuras con @bespoke_23

En ocasiones sucede que es todo tan obvio que piensas que la gente de tu alrededor te avisará de esas cosas evidentes, pero no es así. Hay obviedades que no se avisan porque se da por sentado que tú ya las has tenido en cuenta. La gente confía mucho más en tí de lo que te puedes imaginar. Solo se trata de  hacer tu propia maleta, bueno, ¿solo?, nos sorprendemos algunos.  Y ¿cuántas veces nos desentendemos la propia vida esperando llegar a casa de tu hermano mayor y que tenga todo lo que tú necesitas? 

Es tu maleta, es tu viaje, no dejes detalles al azar como que un calvo tenga un peine para peinar tu media melena.